Modo de preparación
Pelar la raíz de jengibre con la ayuda de una cuchara rascando la piel, o con un pelador de verduras. Cortar en rodajas finas.Poner en una cacerola y verter agua para que cubra ligeramente las rodajas.
Hervir a fuego medio hasta que las rodajas de jengibre estén tiernas, unos 30 minutos. Escurrir y utilizar el agua de la cocción para preparar un té de jengibre para no desperdiciarla. Ponga los trozos de la raíz cocidas en una cacerola , agregue 100 g de azúcar y 50 ml de agua y dejar confitar en el almíbar.
Cocinar a fuego alto, removiendo constantemente, hasta que el almíbar se haya evaporado casi por completo. Cuando esto ocurra, sacar las rodajas una a una y rebozar en el azúcar moreno.
Coloque en una bandeja para hornear, cubierta de papel de hornear para que se vayan secando.
Cuando el jengibre se ha secado perfectamente, guardar en un recipiente y cerrar herméticamente con la tapa. Así el jengibre confitado se puede almacenar hasta por un periodo de 3 meses.
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