Modo de preparación
Para este pastel de piña, primero corta la fruta, si es que está en rodajas (en mi caso ya venia cortada). En un bol, mezcla la nata, el yogur y la miel.
Batir con batidora de alambre para que no queden grumos. Agregue la fruta y la miel y revuelva con una cuchara.
Disponer los bizcochos de soletilla en un molde desmontable, primero mojándolas ligeramente en un poco de jugo de la fruta, luego partirlas en dos con cuidado y distribuirlas por las paredes y el fondo del molde, cubierto con film transparente.
Vierta el jugo restante en la crema de yogur y nata y reserve.
Prepara la gelatina de acuerdo con la descripción del paquete. Dejar enfriar y con mucho cuidado, en un hilo fino, viértela en la mezcla ya preparada. Revuelva bien.
Vierta sobre la base de bizcochos y agite suavemente para esparcir uniformemente la crema (yo espolvoreé con unas galletas de té trituradas).
tapar con film transparente y meter en la nevera unas horas para que melifique (yo preparé todo la noche anterior, pero 6-7 horas son suficientes si no queréis esperar).
Cuando la tarta ya está lista, sacar de la nevera y quitar el aro al molde y poner en un plato para servir.
Luego, con mucho cuidado, retire el film transparente. No es difícil, porque todo ya está gelificado y la película se puede sacar de la parte inferior sin ningún problema. Sin embargo, se debe tener cuidado de no estropear o romper el delicioso pastel con bizcochos de soletilla.
Finalmente, decora el ligero y delicioso pastel con bizcochos de soletilla y piña con chocolate negro rallado.