Modo de preparación
Precaliente el horno a 220 grados. Lave y seque la carne, si hay exceso de pieles y grasa, retírelas.
Selle cada uno de los solomillos en una sartén grill muy caliente con una cucharada de aceite de oliva hasta que estén dorados, luego inmediatamente, como están en la misma sartén, póngalos en el horno precalentado a 200 grados.
Si tu sartén no tiene un mango de metal y no es apto para el horno, debes transferirlos a una fuente adecuada. Hornear durante 3-4 minutos.
En una cacerola, caliente la nata a fuego medio.
Vierta 5-6 cucharadas del caldo liberado por la carne durante el asado. Agregue pimienta negra, sal al gusto y una vez que la salsa esté hirviendo a fuego lento, revuelva 3-4 minutos.
Durante este tiempo, es bueno mantener la carne envuelta en papel de aluminio.
Una vez lista la salsa, distribuir la ternera en platos para servir y salpimentar cada solomillo (con sal en escamas, tipo Maldon). Riega la carne con un poco de salsa. Sirva el resto de la salsa en cuencos aparte para que todos en la mesa puedan ponerse la cantidad que quieren.
El solomillo de ternera al horno está listo.
Nota:
El punto de horneado de los solomillos es al gusto de cada uno. Si te gusta la carne más hecha, cocina por un poco más de tiempo, pero ten en cuanta que esto será a expensas de su ternura - cuando más hecha esté la carne, más seca y dura se volverá.
¡Buen provecho!