Modo de preparación
Poner la carne picada en una bolsa de plástico limpia y pasar el rodillo por encima. Cada schnitzel debe tener un grosor de 1 cm (como mucho). Es bueno congelar durante 2-3 horas, pero si no tienes tiempo puedes saltar este paso.
Pasar primero por harina y luego por huevo batido. Calentar aceite en una sartén y freír los schnitzels a una temperatura moderada hasta que obtengan un bonito color dorado.
Sacar el Schnitzel en un plato cubierto con papel de cocina para absorber el exceso de grasa.
A continuación, pelar el pepino, partirlo en dos a lo lardo y cortar en trocitos finos.
Cotar el tomate en rodajas finas. Doblar una rodaja de limón por la mitad y luego doblarla otra vez por la mitad. Adornar con los tomates, pepino y limón justo antes de servir.
El Schnitzel de carne picada está listo.