Modo de preparación
Los membrillos se lavan bien con agua corriente, utilizando un cepillo limpio para eliminar toda la pelusa. Luego se limpian de las semillas y se cortan en cubos.
Se disponen en una bandeja, se espolvorean con azúcar y se cubren con agua. Se dejan así durante 2-3 horas, después de lo cual se colocan en el fondo en un horno precalentado a 180 grados.
Se hornean y se van revolviendo de vez en cuando. Se puede echar más agua.
Después de que los trocitos de membrillo ya estén bien cocidos, se apaga el horno. La confitura obtenida se rellena en frascos previamente lavados y completamente secos.
Los frascos se sellan con tapas, se dan la vuelta y se dejan reposar en el horno aún tibio. Cuando estén completamente fríos, métalos en el refrigerador o póngalos en un lugar frío.
Se espera unos días y entonces el dulce se puede consumir.