Modo de preparación
Primero prepare el relleno picando y friendo la cebolla hasta que esté suave. Añada la carne picada diluida con un poco de agua, la salsa de tomate y concentrado y un poco de sal. Revuelva hasta que la carne picada se desmorone y el líquido casi se haya evaporado.
Corta las pechugas de pollo en cubos pequeños y añada a la carne picada junto con los champiñones escurridos del adobo en la lata. Sazona con sal y especias secas y frescas. La cantidad que te he sugerido es orientativa, así que puedes variarla según tu gusto. Agrega un poco más de agua y cocina hasta que el pollo se ponga blanco y el agua se evapore por completo.
Cocine la pasta según las instrucciones del fabricante. Es bueno dejarla al dente. Escurrir y rociar con aceite de oliva para evitar que la pasta se pegue entre sí.
Tan pronto como se haya enfriado un poco, colóquela en una bandeja con las aberturas hacia arriba y, con una cuchara, llene las cavidades con el relleno. Disponga la mozzarella en rodajas encima de los lumacones rellenos y ponte a preparar la bechamel, que se hace muy rápido.
Calienta la leche, y en una sartén, derrite la mantequilla junto con el aceite, para asegurarte de que no se queme. El fuego es moderado. Cuando comiencen a aparecer burbujas, vierta la harina de golpe y revuelva hasta que adquiera un color dorado claro.
Baja aún más el fuego y vierte la leche en un chorro fino, batiendo continuamente con un batidor de alambre. Aunque al principio te queden grumos, no te preocupes, a medida que sigas batiendo irán desapareciendo y la bechamel quedará tersa.
Sazone con sal, pimienta y nuez moscada y cocine a fuego lento hasta obtener la consistencia deseada, revolviendo constantemente. Suele tardar de 6 a 10 minutos.
Vierta la salsa bechamel y espolvoree con los quesos rallados gruyere y emmental. Lleva al horno precalentado a 200 grados hasta el dorado deseado.
¡Disfrute de su comida!