Modo de preparación
Tamizar la harina en un bol y verter la levadura y el azúcar. Hacer un hueco y echar el agua y el aceite, ligeramente calentados. Agregar la mitad de la sal y amasar una masa suave y elástica. Al final del amasado añadir el resto de la sal.
Untar la masa con aceite y dejarla reposar durante 40 minutos en una habitación cálida.
Amasar nuevamente, presionando hacia abajo para liberar el aire de las burbujas que se formen. Dividir en 5 partes iguales y darles forma de mecha a cada una y unir los extremos en forma de rosca.
Disponer bien separados en una bandeja sobre papel de horno o previamente engrasado y dejar reposar nuevamente durante unos 30-40 minutos o hasta que dupliquen su volumen y estén bien inflados.
Precalentar el horno a 200 grados - calor superior e inferior sin ventilador, colocando dentro de un recipiente refractario con agua para generar vapor que nos garantice una corteza crujiente agradable. Cepillar los roscos con cuidado con agua mezclada con unas gotas de aceite o aceite de oliva y espolvorear con semillas de amapola y sal gruesa en escamas. Si lo deseas, decore con algunas semillas de sésamo.
Colocar en el horno precalentado y hornear durante unos 25-30 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.
Servir los roscos calientes o fríos con su plato favorito.
¡Disfrutar!