Modo de preparación
Horno - 240 grados
Olla de hierro fundido o una olla de fondo grueso.
Para amasar no se necesita máquina amasadora, todo se debe mezclar con cuchara de madera.
En un bol, mezclamos la harina, la sal, el ajo en polvo y el queso rallado en un rallador grueso (100 g).
Aparte, diluimos la levadura en 60 ml de agua tibia y añadimos esto al bol con harina. Agregamos el resto de agua (300 ml) y mezclamos con una cuchara de madera hasta homogeneizar los productos o hasta que se forme una masa.
Luego cubrimos el bol con film transparente y dejamos reposar la masa durante 16-18 horas.
Una vez pasadas las horas indicadas, volcamos la masa sobre una superficie de trabajo enharinada. Vamos doblándola y plegando desde fuera hacia el centro.
La masa es muy pegajosa, pero así es la idea. Con las manos enharinadas, intentamos formar una bola.
Ponemos un paño limpio (de algodón) sobre la encimera y lo espolvoreamos generosamente con harina de maíz y harina normal. Luego envolvemos la masa con el paño y dejamos leudar durante 2 horas.
Precalentamos el horno a 240 grados con la olla de hierro fundido dentro, pero sin la tapa. Dejamos que se caliente por unos 30 minutos.
A continuación, volcamos la masa en la olla caliente con cuidado de no quemarnos. Distribuimos encima el queso restante (50 g). Tapamos con la tapa que no está caliente para que se forme condensación.
Horneamos durante 25-30 minutos.
Luego retiramos la tapa y horneamos durante otros 20 minutos, reduciendo el calor hasta 230 grados.
Retiramos del horno y rejamos enfriar el pan. Cortamos en rebanadas con la ayuda de un cuchillo de sierra.
Ya tenemos listo nuestro pan de queso cheddar.
Nota: He publicado una receta para un pan similar sin amasar, pero este tiene ingredientes adicionales como queso, ajo y, lo más importante, primero se hace con muy poca levadura, y también es muy importante la larga fermentación de la masa, que la hace muy bonita por dentro en grandes y bonitos huecos, y el queso le da un aroma y sabor únicos.
La corteza de este tipo de pan queda magníficamente crujiente. Como me sobraron unos 50 g de queso, lo espolvoreé también sobre el pan antes de hornearlo, lo que creó una capa magnífica, crujiente y más densa de queso y pan caliente.
Una receta maravillosa y extremadamente fácil y la recomiendo mucho.
Es importante respetar los grados de temperatura para hornear el pan.