Modo de preparación
Triturar la carne de pollo en una picadora de carne o en un procesador de alimentos con una función adecuada para ello.
También puedes pedirle a la carnicería donde lo compras que te lo triture. Es bueno que predomine la carne del muslo porque el filete es más seco.
Poner el huevo en la carne picada y añadir el pan rallado picado remojado en leche (y escurrido).
Agregar la pimienta negra, el pimentón picante, el queso ricotta, sal, ajo y cebolla en polvo, así como el perejil.
Mezclar muy bien y si la carne picada es fina, añadir un poco de pan rallado. También puedes rallar queso parmesano, queda maravilloso.
Cubrir el recipiente con film transparente y dejar reposar en la nevera durante al menos 2 horas, preferiblemente toda la noche.
Con las manos engrasadas, tomar porciones de aproximadamente 90 g de carne picada de pollo, hacer bolas aplanadas y colocar trozos de mozzarella o queso semimaduro rallado y una hoja de albahaca fresca en el centro de cada una.
Pongo pimienta negra extra porque me encanta con el pollo. Cerrar bien y formar albóndigas ligeramente aplanadas.
Las albóndigas de pollo se cocinan por ambos lados a fuego lento en una sartén antiadherente con 4-5 cucharadas de aceite de oliva.
Servir caliente con una ensalada fresca y su salsa favorita.
¡Buen provecho!