Modo de preparación
Primero preparamos la salsa.
Picamos la cebolla. Calentamos el aceite en una sartén y sofreímos la cebolla picada hasta que esté doradita. Echamos un poco de sal.
Agregamos la pimienta blanca, el pimentón dulce y picante y removemos rápidamente. Luego echamos la harina sin dejar de remover para que no se queme.
A continuación, vamos agregando el caldo y removemos durante 8-10 minutos. Retiramos del fuego y trituramos la salsa para que quede fina (esto es opcional).
Vamos preparando las patatas:
Las pelamos y cortamos en dados no muy grandes. Lavamos con agua fría.
En una olla grande, calentamos abundante agua con un poco de sal. Agregamos las patatas y cocinamos durante 6 minutos o un poco más dependiendo del grosor del corte. Retiramos con una espumadera y escurrimos bien. Las olocamos en un bol con papel de cocina para que absorba la humedad restante.
Calentamos aceite abundante en una sartén o cacerola (fuego moderado). Freímos las patatas en dos tandas para que no se peguen. Es importante que la grasa de freír sea suficiente para cubrirlas.
Otro consejo: Al principio freír a fuego moderado, luego aumentar el fuego para obtener una costra dorada y crujiente.
Retiramos sobre papel de cocina para absorber el exceso de grasa. Salamos.
¡Las patatas bravas están riquísimas!
Servimos las patatas fritas calientes junto con la salsa brava preparada.
Recomendación: Prueba a servir las patatas bravas con queso Halloumi asado a la sartén grill.