Modo de preparación
Molde rectangular/cuadrado 20/20 cm, engrasado con mantequilla.
El trozo de mazapán se tritura un poco con las manos calientes para ablandarlo, porque de normal es una masa sólida.
Luego se le da forma de disco y se extiende con un rodillo sobre azúcar en polvo hasta las dimensiones exactas del fondo del molde, cortando los extremos irregulares. El disco formado se deja a un lado.
Calentar agua en un cazo y colocar encima un bol de chocolate blanco para que se derrita al baño María. Agregar 3 cucharadas de mantequilla y la mitad de la leche condensada o 200 g.
Remover hasta que se derrita. La mezcla parece gelatina. Ten cuidado de que no le entre una gota de agua porque se cortará.
La mezcla de chocolate se vierte inmediatamente en el molde. El mazapán de almendras se coloca encima
El chocolate negro se derrite de manera similar al baño maría junto con el resto de la mantequilla y el resto de la leche condensada.
Remover continuamente hasta que se derrita. La mezcla también se parece un poco a la gelatina.
Echarla inmediatamente sobre la capa de almendras. Untar con una espátula.
Cubrir el fudge de chocolate preparado con papel de aluminio o film transparente y refrigerar durante al menos 3 horas, preferiblemente durante la noche.
Una vez que esté bien frío, cortar el dulce con un cuchillo caliente formando barritas pequeñas. Debes hacerlo rápidamente porque el chocolate comienza a derretirse por el calor de las manos.
Opcionalmente, puedes decorar con chocolate blanco fundido.
El dulce se puede guardar en el frigorífico por unas semanas. No es recomendable dejarlo a temperatura ambiente porque el chooclate se derrite rápidamente.
Un postre excepcional, pequeño, fino y delicado, adecuado para un fuerte y amargo café espresso.
El fudge blanco y negro queda riquísimo.