Modo de preparación
Rallamos el queso blanco feta y el queso tierno.
En un bol, los mezclamos junto con el yogur, la harina, la margarina, la sal y el bicarbonato y amasamos una masa que se mantiene en la nevera durante al menos 4 horas.
La sacamos del frigorífico, la dividimos en bolas, que extendemos en láminas.
Cortamos cada lámina en 8 triángulos, que enrollamos en bollos.
Pintamos los bollos salados con el huevo batido y horneamos en horno moderado a 180 grados hasta que se pongan dorados.