Modo de preparación
Calentar la leche a 37 grados y disolver en ella la levadura y una cucharada de azúcar. Déjala burbujear durante 10-15 minutos.
Tamizar la harina y hacer un hueco en el medio, en el que poner la mantequilla blanda, los huevos ligeramente batidos con el azúcar y una pizca de sal, las semillas de amapola y la levadura activada.
Amasar la masa con una batidora con accesorios adecuados o un robot de cocina para que no se pegue. Si estás amasando a mano, es posible que necesites agregar más harina, pero trata de no excederte y que la masa quede rígida.
Dejar reposar durante 15 a 20 minutos sobre la encimera cubierta con un paño limpio y húmedo para que no se seque ni forme costras.
Dividir en dos partes iguales y enrollar cada una hasta formar un disco. Cortar en 12 triángulos (de ambos discos-24, para 24 bollos).
En la parte ancha de cada triángulo coloque varios tipos de mermelada; yo usé naranja, higo, rosa y arándano.
Enrollar los bollos y colocarlos en dos bandejas forradas con papel de horno.
Dejar reposar los bollos de amapola formados durante 1 hora en una habitación cálida. Para evitar que se vuelvan a secar, puedes taparlas con un paño limpio humedecido o con film transparente, de manera que no se peguen a la masa.
Untar los bollos inflados con yema de huevo batida y espolvorear con más semillas de amapola.
Hornear los bollos de amapola a 180 grados en el horno precalentado durante 25-30 minutos.
¡Disfrutar!