Modo de preparación
Dejamos los frijoles negros en remojo con agua durante la noche. Una vez que hayan reposado lo suficiente tiempo, escurrimos, llenamos con agua nueva - 4 partes de agua/una parte de alubias. Hervimos las legumbres hasta que estén completamente tiernas y después escurrimos bien.
Continuamos con picar la cebolla y la ponemos a sofreír en el aceite caliente. Agregamos el tomate pelado y rallado, removemos durante 2 minutos y añadimos la carne picada.
Vertemos un poco de agua o caldo, sazonamos con las especias y sal y vamos removiendo hasta que el liquido se evapore y la carne esté lista. Es importante no dejar de remover, tanto para que la mezcla no se queme en el fondo, como para que la carne quede bien suelta y sin grumos gordos y aplastados.
A continuación, incorporamos los frijoles cocidos y retiramos del fuego.
Los jalapeños podemos cortar en rodajas y servir aparte en estado crudo, o ligeramente dorados en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Una vez que el relleno esté listo, calentamos las tortillas una a una en la sartén por ambos lados. Por supuesto, lo mejor es preparar unas tortillas de trigo caseras si disponemos de tempo. La condición es servirlas calentitas junto con el relleno, también caliente.
En la hora de servir, ponemos el relleno para fajitas en un plato hondo con los jalapeños picantes, en otro plato aparte disponemos el queso rallado. Opcionalmente, podemos poner otro plato con hojas verdes de lechuga o guacamole. Así cada uno de los comensales puede enrollar su fajita con la cantidad de relleno que desee.
¡Buen provecho con estas fajitas de frijoles negros con carne picada!