Modo de preparación
Derretimos la mantequilla en una cacerola pequeña, teniendo cuidado de no quemarla. Basta con derretir y la apartamos.
Trituramos los pistachos en el procesador de alimentos, deben quedar como arena.
Luego las nueces de la misma manera. Cogemos una bandeja preferiblemente rectangular. Engrasamos el fondo y los bordes con mantequilla. Ponemos la bandeja sobre todas las costras y cortamos al tamaño de la bandeja para que encajen perfectamente.
Ponemos la primera hoja en la bandeja y la engrasamos con mantequilla, lo más fácil es con ayuda de una brocha de silicona. Distribuimos la mitad del paquete de pasta en la parte inferior, untando cada hoja con mantequilla y formando capas apilando las hojas. Después de haber utilizado la mitad de las hojas de pasta filo para la parte inferior, ponemos el relleno de pistacho y nuez (es bueno reservar una pequeña parte del pistacho para decorar).
Distribuimos el relleno uniformemente por todas partes sin presionar.
Luego comenzamos a colocar la parte superior de la misma manera con el resto de la masa.
Cortamos el baklava en pequeños cuadrados, para ello primero hacemos líneas verticales hacia abajo con un cuchillo muy afilado, luego líneas horizontales.
Extendemos la mantequilla tibia restante sobre todo el baklava con una cuchara, evitando la espuma.
Horneamos en horno precalentado a 150 grados - aproximadamente 40 minutos, hasta que la masa esté bien dorada. Una vez que esté listo, sacamos del horno y dejamos enfriar.
Comenzamos preparando el almíbar. En un cazo ponemos agua y azúcar y removemos con una cuchara de madera. Cocinamos hasta que se convierta en un jarabe moderadamente espeso (aproximadamente 15-20 minutos). Después de retirar el almíbar del fuego, agregamos la cáscara de limón, rallada en la parte fina del rallador.
Luego incorporamos la vainilla. Echamos el almíbar caliente sobre el baklava enfriado.
Decoramos cada cuadrado con los pistachos reservados. Reservamos el baklava de pistachos y nueces con pasta filo para que absorba bien el almíbar (después de que se enfríe, puedes guardar el baklava en el refrigerador).
Servimos al día siguiente.
¡Buen provecho!