Modo de preparación
Preparamos un almíbar hirviendo el agua con el azúcar hasta que espese un poco. Aromatizamos con vainilla y jugo de limón.
Colocamos la mitad de las hojas de masa filo en un molde adecuado, rociando cada hoja con mantequilla derretida. Extendemos en una capa los frutos secos y colocamos la otra mitad de masa filo, engrasando cada una de las hojas. A continuación, cortamos el baklava en triángulos o en cuadradillos y vertemos encima el resto de la mantequilla derretida. Horneamos a 160 grados durante 1 hora y media.
Una vez listo el pastel, vertemos encima el almíbar frío y dejamos reposar hasta que se absorba por completo.