Modo de preparación
Rallar la cebolla y el calabacín, espolvorear con un poco de sal y mezclar bien a mano. Dejar durante 15-20 minutos para que suelte el agua y transferir a un colador grande. Escurrir bien, presionando bien.
Calentar la grasa a fuego medio y saltear las verduras escurridas durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando. Agregar el ajo, finamente rallado y la pimienta negra con comino y después de otros 2-3 minutos retirar del fuego. Escurrir de nuevo la grasa y los líquidos y dejar enfriar.
Picar finamente el perejil y rallar el queso en un rallador grueso. Remojar el pan en agua.
En un bol mezclar las verduras, el huevo, el perejil, el queso y la rebanada de pan escurrida. Añadir un poco de sal, pero con cuidado de no pasarte, porque el queso también es salado.
En un bol, batir el huevo con la harina, la levadura y el agua hasta que se forme una pasta, no debe quedar ni muy líquida ni muy espesa.
Formar bolitas con la mezcla, rebozar en el empanado y colocar en una bandeja sobre papel de horno. Si la mezcla está muy fina y cuesta darle forma, no te preocupes, simplemente no presiones demasiado con los dedos y trabaja rápido, y una vez que pongas la albóndiga en la bandeja, puedes darle la forma que quieras. Espolvorea cada albóndiga con un poco de harina y hornea durante 15 minutos a 200 grados en un horno precalentado.
Mientras tanto, prepare la salsa calentando el aceite de oliva a fuego lento y friendo brevemente los dos dientes de ajo, finamente picados. Vierta el puré de tomate y aumente el fuego a medio. Agregue sal, azúcar y especias y cocine durante 7-8 minutos. Vierta el vino y déjelo hervir durante otros 10-12 minutos y listo.
Servir colocando unas cuantas cucharadas de salsa de tomate en cada plato y poniendo algunas albóndigas encima.
¡Muy simple, pero increíblemente delicioso! ¡Disfrute de su comida!