Modo de preparación
Bate los huevos con el azúcar. Agrega la leche y el aceite y vuelve a batir bien.
Agrega la harina poco a poco tamizándola con la levadura y la vainilla. Mezcle con una cuchara de madera.
Pica la fruta en trozos pequeños, las pipas de calabaza también, y agrégalas a la mezcla junto con el chocolate picado. Revuelva suavemente.
Derrita la mitad de la mantequilla en una sartén más grande y profunda, juzgue por la cantidad de mezcla y no la llene hasta arriba para que tenga espacio para subir (unte con mantequilla sus lados también) y vierta la mezcla. Cubra con una tapa y deje a fuego lento durante 20 minutos. (para mí, por ejemplo, de 9 niveles en el fuego lo dejo a 4, pasado el minuto 10 lo reduzco a 3). Intenta no abrir la tapa para que no se caiga.
Después de 20 minutos, voltea la tapa y pon el aceite restante en la sartén. Con cuidado pon el bizcocho para terminar de hornearse por el otro lado durante otros 10 minutos, tapándolo nuevamente.
Espolvoree con azúcar en polvo y déjelo enfriar tal como está en la sartén, luego transfiéralo a un plato.
Consejo: Es bueno que la sartén tenga una capa antiadherente.
Este bizcocho también lo he hecho en un molde de menor tamaño y fondo, pero al taparlo no hay espacio para que se hinche y se pega a la tapa. No es un problema, pero es bueno evitarlo.
¡Un pastel rápido y muy fácil!