Modo de preparación
En un cazo poner el azúcar, el agua, la glucosa, la canela, los clavos y la naranja en cuartos junto con la piel (la naranja la lavé muy bien con agua caliente y un cepillo, aunque era orgánica).
Llevar a ebullición a fuego alto y luego reducir el fuego y cocinar a fuego lento durante unos 8-10 minutos, retirar del fuego y dejar enfriar completamente con las especias. Antes de servir el baklava, se retiran las especias.
En un procesador de alimentos, tritutar los frutos secos, la canela y pan rallado en 2/3 pulsaciones. Las nueces deben quedar en trozos más grandes.
Untar muy bien el fondo y los lados de un molde de 35/25 cm con mantequilla derretida. Extender las hojas de masa filo. Separar 4 hojas a un lado, envolverlas en papel de aluminio o film transparente para que no se sequen.
Colocar una hoja de masa de manera que la mitad del fondo del molde/bandeja quede cubierto y algunas hojas sobresalgan. Se superpone con otra hoja que cubre el fondo finalmente y también sobresale del molde (las mostraré en la galería de fotos para mejor aclaración).
Rociar la mantequilla derretida con una cuchara, no escatime en mantequilla. Se colocan encima dos hojas de masa filo más de la misma forma, cada una también se engrasa con mantequilla. Se espolvorea con las nueces y siguen dos hojas nuevas, y después de cada una se unta con mantequilla y también sobresalen del molde.
A partir de aquí las siguientes se untan con mantequilla y se reparte del relleno. Una vez terminado, la masa sobresaliente se dobla hacía dentro y se unta con mantequilla. Finamlente se disponen las 4 hojas que hemos reservado untando cada una con mantequilla derretida. Sobrarará aproximadamente 1 taza de mantequilla, reservarla.
El baklava ya preparado se deja en frío durante 20-30 minutos y, una vez bien fría, se corta en rombos o cuadrados, no hasta la base, sino principalmente la corteza superior. Así, se corta y se baña con la mantequilla derretida caliente restante.
Hornear a 155-160 grados durante unos 50-60 minutos o hasta que el baklava griego adquiera un bonito color dorado.
Sacar del horno y bañar con el almíbar frío. Dejar reposar aa temperatura ambiente, sin tapar, hasta que se enfríe por completo. El baklava puede durar hasta 3 meses en la nevera.
Esta receta tiene proporciones muy precisas que seguí al pie de la letra. El almíbar es suficiente aunque al principio me pareció poco.
¡Buen provecho!