Modo de preparación
Cuando hacemos queso casero, al escurrirlo se libera un líquido que se llama suero. Es fantástico para hacer panes y pasteles de sabor mágico.
Para hacer este pan blanco con suero de leche, tamizamos la harina en un bol y hacemos un hueco. Echamos el producto lácteo, el azúcar y la levadura. Revolvemos para disolver.
Agregamos el aceite y la sal, por los lados alrededor del pocillo para que no entre en contacto directo con la levadura.
Amasamos una masa suave y elástica. Debe quedar suave, esponjosa y agradable.
Formamos una hogaza redonda y la colocamos en un molde de 20-22 cm de diámetro. Espolvoreamos con harina y hacemos unos cortes en la superficie con un cuchillo afilado.
Dejamos reposar el pan durante aproximadamente una hora en una habitación cálida. Es recomendable tapar con un paño limpio o papel de aluminio, pero que no se apoye sobre la masa y que quede espacio.
Horneamos el delicioso pan en un horno precalentado a 190 grados durante 35 minutos o hasta que esté dorado.
Dejamos enfriar sobre una rejilla, cortamos en rebanadas y servimos.