Modo de preparación
Cubra con ron las frutas deshidratadas y déjalas en remojo durante 1 hora.
Pela, limpia y corta las manzanas en dados medianos. Colócalas en una sartén amplia con el azúcar y la mantequilla. Remueve periódicamente hasta que se caramelicen y no quede líquido. Retira del fuego, espolvoree con 2 pizcas de canela y reserve.
Coloca una bandeja ancha con 125 g de mantequilla en horno precalentado a 180 grados. Deja que la mantequilla se derrita y cambie de color. Retire y corta las hojas de masa filo en trozos (para mayor comodidad y rapidez, utilicé tijeras de cocina).
Mezcle bien y hornee hasta que la masa quede doradita (hay que revolver periódicamente para que se dore de manera uniforme). Retire del horno y deje enfriar.
Echa la mitad del azúcar en un cazo y vierte la leche. Coloque en una estufa a fuego moderado, para calentar hasta el punto de ebullición.
Bate las yemas con la harina y el azúcar restante en un bol, añadir unas cucharadas. leche, para obtener papilla. Vierta en la leche caliente y, revolviendo constantemente, cocine la crema. Retira del fuego y agrega la vainilla.
Vierta sobre la masa enfriada. Distribuya encima las manzanas y los frutos secos. Revuelva suavemente.
Cubre con papel aluminio y deja en el frigorífico durante 1 noche.
Antes de servir, prepare la cobertura de merengue. Monta las claras hasta el punto de nieve espesa.
A fuego moderado, derrita el azúcar hasta obtener caramelo y añádelo a las claras poco a poco, sin dejar de batir a máxima velocidad. Después de su completa adición, batir por otros 3/4 minutos.
La cobertura se coloca en una manga pastelera con la punta rizada y se hacen rosas o bolitas sobre el pastel.
Utilice un soplete para pasar el glaseado de clara de huevo o colóquelo en el horno a 180 grados con calor de arriba hasta que las puntas se doren.
Corta en cuadritos más grandes y sirva.