Modo de preparación
Batimos los huevos con el azúcar y una pizca de sal hasta obtener una mezcla esponjosa y blanquecina.
Agregamos el yogur y el aceite y seguimos batiendo a velocidad baja para mantener la mezcla lo máximo esponjosa y suave.
Tamizamos la harina con la levadura dos veces, y a continuación la incorporamos poco a poco con movimientos envolventes.
Vertemos la masa en un molde de 28 cm de diámetro, previamente engrasado y enharinado o cubierto con papel de hornear. Alisamos la superficie con una espátula de silicona.
En este momento se pueden poner ya los albaricoques, pero yo los agrego en una etapa posterior (es cuestión de gusto).
Horneamos durante 20 minutos a 180 grados y entonces colocamos los albaricoques limpios y partidos por la mitad (con la parte cortada hacia arriba). No abrimos el horno antes de que transcurra este tiempo para que no se baje el bizcocho.
Espolvoreamos las frutas con un poco de azúcar y seguimos horneando durante otros 10-12 minutos o hasta que la coca dulce esté dorada.
Apagamos el horno y dejamos el pastel de albaricoques dentro con la puerta medio abierta por unos 10-15 minutos.
Desmoldamos y pasamos a una rejilla hasta que se haya enfriado por completo. Si el pastel está muy tierno, podemos dejar enfriar dentro del molde.
Espolvoreamos con azúcar perlado o azúcar glass y servimos con una taza de leche caliente, chocolate caliente a la taza o café.
Aunque se llama coca mallorquina de albaricoques, en realidad este postre es un pastel con masa de bizcocho realmente delicioso.
Esta variante de coca dulce mallorquina de albaricoques es muy fácil de preparar, rápida y apta para principiantes de cocina.