Modo de preparación
Tamizar la harina directamente sobre una superficie de trabajo bien limpia. Formar un agujero en el medio y poner dentro todos los demás productos para la masa.
Desmenuzar la levadura antes de agregarla a la harina, o diluirla previamente en la leche tibia.
Amasar una masa suave, colocarla en un bol engrasado, cubre con un paño de cocina y deje en una habitación cálida hasta que duplique su volumen.
Una vez elevada la masa, divídela en 10 porciones iguales y luego divide cada porción de masa en dos.
Formar dos tiras y trenzarlas una con otra, luego unir los extremos para obtener una rosquilla bonita.
Continuar hasta terminar con la masa y formar todas las rosquillas. Colocarlas en una o dos bandejas forradas con papel de hornear, dejando espacio entre cada bollo.
Pincelar con una mezcla de yema, leche y aceite y espolvorear con azúcar y sésamo.
Dejar en un lugar cálido hasta que dupliquen su volumen una vez más.
Precalentar el horno a 170 grados y hornear las rosquillas caceras para el desayuno hasta que estén dorados.
Retirar del horno y dejar enfriar ligeramente antes de servir.