Modo de preparación
Cortamos las fresas en trozos grandes y las colocamos en un bol. Agregamos el azúcar y revolvemos para esparcir uniformemente. Dejamos reposar al menos 8 horas para que las fresas suelten su jugo.
En una olla grande vertemos el contenido del bol (fresas y azúcar, junto con el jugo). Hervimos a fuego moderado, retirando la espuma que se forma en la superficie con la ayuda de una cuchara o bien una espumadera.
Trituramos la confitura.
El tiempo de cocción es muy relativo y hay dos formas principales de entender cuando es el momento de retirar del fuego. Lo primero es tomar un vaso de agua helada y dejar caer dentro una gota de mermelada.
Si no se disuelve en el agua, pero cae entera, la mermelada está lista.
Otra opción es verter un poco de mermelada en un plato poco profundo y hacer una ralla o un camino a través de él. Si deja rastro y se queda sin juntarse, entonces está lista.
Después de retirar del fuego, agregamos el ácido cítrico o el vinagre. Removemos bien.
Distribuimos en tarros de vidrio, bien limpios y secos. Cerramos inmediatamente y ponemos boca abajo.
La confitura de fresas fácil está lista.