Modo de preparación
Pelar las patatas y rallarlas con la ayuda de un rallador grueso. Escurrir bien del liquido que se haya formado en el fondo del recipiente.
Picar finamente las cebolletas tiernas, junto con las hojas verdes, mezclarlas con las patatas ralladas. Verter el aceite de oliva, un poco de agua (200-300 ml) y salpimentar al gusto.
Distribuir la mezcla en una fuente de horno y meter en el horno precalentado a 200 grados por unos 15 minutos, después de lo cual, retirar y esparcir el queso feta. Si es necesario, poner un poco más de agua para que no se quemen las patatas (pero no hay que poner demasiada tampoco).
Metrer nuevamente en el horno y cocinar por otros 10 minutos. Comprobar si las patatas ralladas están tiernas. Si es así, continuar con el siguiente paso:
Batir los huevos con dos o tres pizcas de sal y mezclar con la leche y el yogur. Añadir la harina, batir con unas varillas para evitar que se formen grumos y verter la mezcla sobre las patatas. Hornear hasta que el gratinado esté dorado en la superficie.
Rallar el queso y esparcir uniformemente sobre la costra dorada que se haya formado. Volver a meter en el horno hasta que el queso este derretido y ligeramente dorado.
Servir el gratinado de patatas ralladas decorado con perejil fresco.
¡Buen provecho!