Modo de preparación
Para la base, triturar las galletas y mezclar con el coco rallado y los copos de avena molidos. También puedes añadir harina de frutos secos como almendras o avellanas.
Poner aceite de coco - no debe ser ni muy duro, ni muy liquido, pero con consistencia de mantequilla blanda.
Mezclar bien y echar en 4 moldes desmontables para tartas de un 10 cm de diámetro, o en un molde grande.
Como el aceite de coco se endurecerá mucho en la nevera, es bueno engrasar previamente el fondo de los moldes con un poco de aceite para que no se pegue la base o poner una capa de papel de hornear.
Para el relleno de queso, solo necesitas mezclar el queso crema light con la ricotta, que también es baja en grasa, debido al doble tratamiento térmico durante su elaboración en el que se han extraído casi todas las grasas y esto lo convierte en un producto dietético.
No batas mucho los quesos para que no se licúen. Endulzar al gusto con stevia en polvo. Prueba la mezcla y ajusta a tu gusto el punto de dulzor. Ten en cuenta que aunque hagas la mezcla del relleno más dulce, contrastará maravillosamente con la acidez que proporcionan las frambuesas (a ellas no se les agrega nada de edulcorante para conservar su sabor natural).
Verter la mezcla de quesos sobre la base, cubrir con film transparente y refrigere para que cuaje durante unas horas. Si no tienes tiempo para esperar, entonces puedes montar la tarta en vasitos, así que aunque quede más blanda, no será un problema.
Una opción para hacer el cheesecake más sólido es agregarle Agar Agar .
También se puede meter al congelador por poco tiempo o incluso congelar más para obtener un semifrío.
Antes de servir, triturar las frambuesas frescas y cubrir con ellas el cheesecake de frambuesas dietético.
¡Disfrutar!
