Modo de preparación
Lava y seca con papel de cocina ambos filetes de pavo. Retire la grasa y las venas y frote con aceite de oliva, romero y pimienta.
Caliente una sartén antiadherente y un poco de aceite de oliva a fuego alto, un grado por debajo del máximo.
Dore los filetes de pavo durante un minuto por ambos lados. Deberían tener una corteza dorada.
Reduzca el fuego a medio y continúe cocinándolos, cubriendo la sartén con una tapa para que se cocinen más rápido y de manera uniforme. Dales la vuelta para que no se quemen, pero no te excedas y vuelve a tapar la tapa después de cada uno - 2 vueltas son suficientes para unos 5-6 minutos para que el filete esté bien cocinado.
Sin embargo, si es más grueso, debes hacer cortes en la superficie de uno o ambos lados de la carne y rociar con un poco más de aceite de oliva para llegar al interior de las pechugas y cocinarlas.
Retire la carne y coloque cada pechuga en un plato para servir.
En la misma sartén con la grasa, pon los arándanos con una cucharada de azúcar y el jugo de limón. Cuando se ablanden y suelten su jugo, vierta el vino, agregue sal al gusto y cocine a fuego moderado hasta que reduzca la salsa. Va rápido, así que no te preocupes, los filetes no se enfriarán durante este tiempo.
Vierta la salsa de arándanos sobre las pechugas de pavo y espolvoree con sal gruesa en escamas (utilice la marca Maldon, agrega gran sabor a cualquier carne).
¡Disfrute de su comida!
* Nota : De esta manera, las pechugas de pavo quedan muy tiernas y jugosas, y la salsa agridulce los vuelve mágicos, penetra por los poros de la carne y le da un interesante y hermoso color.