Modo de preparación
Derretir la mantequilla y el chocolate al baño maría y dejar que se enfríen un poco. Mientras tanto, picar las nueces con un cuchillo afilado y cortar 150 g de fresas en trozos pequeños.
En un bol, batir los huevos con el azúcar hasta que estén blancos. Añadir el chocolate en un chorro fino, batiendo constantemente.
Tamizar la harina con la levadura química directamente en el bol y mezclar brevemente hasta obtener una masa de chocolate homogénea.
Por último, añadir la vainilla, las nueces y las fresas y hacer unos ligeros movimientos giratorios con una cuchara.
Echar la mezcla en un molde engrasado y hornear en el horno precalentado a 160 grados (con ventilador) durante 30 minutos.
Cortar el brownie en cuadrados y servir caliente, adornado con fresas y cubierto con el helado de tu elección. ¡El contraste frío-calor le da a este postre un encanto único!
Consejo: Si no va a servir de inmediato y el brownie se ha enfriado, simplemente caliéntelo en el microondas brevemente. Luego cambia el plato porque estará caliente y cuando le pongas el helado se derretirá rápidamente.
¡Felices momentos de chocolate con este mágico postre!