Modo de preparación
Limpiar, lavar y congelar las fresas.
Ponga las claras de huevo, una pizca de sal y el jugo de limón en un recipiente seco. Batir hasta obtener una nieve espesa, asegurándose de que los accesorios de la batidora también estén completamente secos antes de comenzar a batir.
Añadir el azúcar por partes sin dejar de trabajar con la batidora. La cantidad es a tu gusto, ya que también depende del dulzor de las fresas que tengas.
El merengue debe volverse espeso, denso y con un ligero tono brillante. Triture las fresas congeladas en una licuadora y agréguelas a las claras de huevo en partes, mezcle suavemente y con cuidado.
Vierta la mezcla preparada en tazas y póngala en el congelador durante unos 20-30 minutos.
No debe congelarse, solo endurecerse un poco. El resultado es un postre muy fresco, como mousse/helado, pero muy esponjoso, delicado y ligero.
Sirva con waffles o barquillos de chocolate.
El merengue de fresas frescas está listo.