Modo de preparación
Disuelva la levadura, el azúcar y unas 2 cucharadas de harina en el agua, ligeramente tibia. Cubra con un paño limpio y deje durante 7-8 minutos.
Tamiza los dos tipos de harina integral en un bol, al final tendrás partículas que no pueden pasar por el tamiz, solo viértelas encima.
Forma un hueco y casca el huevo en él, reservando la mitad de la yema para untar al final. Añada el aceite, la sal, el yogur y la espuma de levadura.
Amase la masa, agregando harina blanca poco a poco, hasta obtener una bola suave y medianamente suave. Transfiera a la superficie de trabajo ligeramente enharinada y amase durante 5 a 10 minutos.
Cepille bien la masa con aceite y estírela con un rodillo para que quede relativamente delgada. Ponga el relleno de su elección (he puesto mozzarella rallada, que se derrite y deja solo su sabor).
Enrolle en un rollo apretado, que corte transversalmente en 5 piezas. Pellizque los bordes de cada uno para que el relleno no se esparza durante el horneado y enrolle en un croissant o cuerno.
Disponga los 5 cuernos en una bandeja cubierta con papel de horno o engrasada. Deje una distancia entre ellos. Deje leudar durante aproximadamente 1 hora o hasta que se hinche y duplique su volumen (la harina de trigo integral no sube mucho, tenga eso en cuenta).
Pinta los cuernos con la yema de huevo batida con un poco de aceite y gotas de agua. Espolvorea con semillas de sésamo si lo deseas. Coloque en un horno frío y encienda 180 grados sin ventilador. Hornee así hasta que los bollos se pongan dorados o unos 28-30 minutos.
Después de sacar del horno, cubra con un paño limpio durante 10-15 minutos.
¡Disfrute de su comida!