Modo de preparación
El queso cheddar se ralla con el rallador más fino y se mezcla con la mantequilla blanda.
Se juntan el bicarbonato y el yogur y se dejan burbujear.
Se agrega la harina con las especias y la sal en un bol y se echan la leche y la mantequilla con el queso cheddar.
Se amasa una masa suave y no pegajosa, espolvoreando más harina si es necesario.
Se extiende con un rodillo y se cortan galletas en la forma que desee. Se disponen en una bandeja cubierta con papel de horno o untada con mantequilla.
Las galletas de queso se hornean a 180 grados durante unos 15 minutos o según su grosor. Estarán listas cuando se doren y empiecen a oler bien.
Cuando se retira la bandeja del horno, las galletas saladas se dejan enfriar bien y luego tendrán una corteza crujiente.
¡Muy sabrosas y favoritas de toda la familia!
Las galletas saladas de queso cheddar están listas.