Modo de preparación
Los pimientos choriceros se remojan durante varias horas o 1 noche en agua tibia. Para un resultado más rápido, la opción es hervirlas al fuego con abundante agua y dejar que se hidraten bien.
Definitivamente este método es más adecuado por si tenemos prisa.
Se raspa la pulpa de los pimientos con un cuchillo afilado. Obtuve un poco más de 100 g de pasta de pimiento espesa, depende de la variedad y tipo de pimiento. También puedes usar carne de pimiento choricero ya preparada en tarro (se vende en Mercadona).
La cebolla se corta en julianas finas y se fríe a fuego lento moderado en aceite de oliva con un poco de sal. Cocine hasta que esté bien suave y comience a caramelizar. Luego agregue la mantequilla y el ajo rallado o en rodajas finas.
Después de uno o dos minutos, añade a todo esto la carne de pimiento choricero, el perejil y el tomillo y mezcla brevemente.
Agrega el queso rallado y el requesón y cocina 3 minutos más a fuego lento/moderado hasta que el queso y el requesón se derritan y se homogenicen con el resto de productos.
Probar si la crema de pimientos puede llevar más pimientos o queso y añade a tu gusto.
Si se ve más grasa en la superficie, aquí es donde entra el pan para ayudar a absorberla y al mismo tiempo aportar más densidad y cremosidad.
Se coloca en una licuadora y se vierte en ella la mezcla caliente del fuego (si quema mucho, espera a que baje un poco la temperatura). Se agregan chiles triturados, pero esto es opcional para los amantes del picante.
Todo se tritura hasta obtener una textura suave. Se vuelve a comprobar el espesor y, si es necesario, se añade un poco más de pan seco.
Sazone al gusto y sirva tanto frío como caliente.
Una de las cremas de untar más sabrosas que he probado.
Se sirve con pan casero caliente. ¡La crema de untar con pimiento choricero y cebolla es simplemente irresistible!
¡Disfrute de su comida!