Modo de preparación
Cuando probé por primera vez la combinación de potaje de alubias con albóndigas de care, me fascinó mucho cómo estos dos sabores tradicionales se combinan, se complementan y fluyen entre sí. Cuando son albóndigas rellenas, está aún más rico.
Para preparar este delicioso platillo comienza el día anterior.
Dejar las alubias en remojo y aparte condimentar la carne picada para las albóndigas. Para ello, remojar la rebanada de pan en agua, escurrirla y añadirla a la carne picada junto con el huevo, media cebolla finamente picada, comino, pimienta negra, perejil, una pizca de azúcar, sal, alcohol, una o media zanahoria si es muy grande (finamente rallada) y la ajedrea (no exagerar para no dominar el aroma).
A mí personalmente me gusta más comino, también agrego chile, pero esto es opcional.
Amasar bien la carne picada, tapar el plato y dejar toda la noche en el frigorífico.
Al día siguiente, tira el agua, vierte una nueva y déjala hervir unos 15 minutos. Cambia nuevamente el agua y deja que se cocine a medias durante aproximadamente 1 hora y 20 minutos con la tapa medio abierta. Rellénela con agua tibia si es necesario para mantener las alubias bien cubiertas de líquido.
Prepara las verduras limpiándolas. Pica la cebolla y los pimientos, ralla finamente la zanahoria y pica el apio.
Ponlos a cocer con las alubias sin la cebolla (la dejaremos para el sofrito).
Calienta 5-6 cucharadas de aceite y pon la cebolla picada. Cuando se ablande y adquiera un ligero color dorado, añadir el puré de tomate con el pimentón. Cocine por un minuto y vierta sobre las alubias.
Para espesar el potaje de alubias, disuelva la harina en agua fría y vierta en un chorro fino, revolviendo. Agrega la hierbabuena y cocina por otros 15 minutos.
Prueba si los frijoles están bien cocidos y solo entonces agrega sal y, si lo deseas, ají picante (chile en escamas).
Haga albóndigas con la carne picada bien sazonada, poniendo un trozo de queso en el medio de cada una. Ciérralas bien para que no se salga durante la cocción.
Fríe en el aceite caliente y retire las albóndigas sobre papel de cocina absorbente.
Puedes verter las alubias en una cazuela de barro, añadir las albóndigas y hornear brevemente en el horno para que espese aún más.
La otra opción es servir las albóndigas rellenas con alubias así, colocando 2-3 albóndigas en cada porción y dejando reposar unos minutos antes de servir para que suelten su sabor en el potaje de alubias.
¡Disfrute de su comida!