Modo de preparación
Tamizar la harina con la levadura y una pizca de sal. Agregar las yemas de huevo, 2 cdas de leche, 1 sobre de azúcar vainillado, 100 g de azúcar. piel de limón rallada y mantequlla cortada en cubitos pequeños.
Amasar una masa suave. En un principio parece arena, pero luego se vuelve más compata y es muy fácil de manipular. Envolverla con film transparente y guardarla en la nevera por 1 hora.
Disponer una hoja de papel de hornear sobre la superficie de trabajo. Dibujar un círculo con un diámetro de 24 cm. Extender la masa con el rodillo dentro del círculo. La masa debe tener un grosor de 5 mm. Recortar los trocitos sobrantes.
De la masa sobrante puedes hacer bolitas y pincharlas con un palillo junto con una nuez o almendra y así diponerlas encima de la crostata.
Pasar el papel con la masa en un molde adecuado y hacer 8 cortes en el medio sin llegar a los bordes, deben quedar unos 5 cm antes de llegar al borde. En estos 5 cm poner la mermelada de albaricoque.
Doblar los triángulos y espolvorear con azúcar. Esparcir las almendras laminadas donde está la mermelada.
Hornear a 180 grados con ventilador por unos 35 minutos o hasta que la masa esté dorada.
Desmoldar sobre una rejilla y dejar enfriar.
Una vez que la crostata en forma de sol se haya enfriado, cortarla en porciones y servir en tu mesa.