Modo de preparación
Panecillos esponjosos, perfectos para servir con cualquier comida o para preparar sándwiches rellenos y hamburguesas caseras.
Los ingredientes para ellos son bastante sencillos, sin leche ni huevos, sino con una masa más grasa y muy hidratada. Es bastante pegajosa al principio, pero con un amasado adecuado se vuelve muy bonita y elástica. Si añadimos más harina, nuestros panecillos no quedarán tan blandos como el algodón.
Empezamos calentando el agua a 37 grados. Desmenuzamos la levadura dentro y espolvoreamos con un poco de harina. Lo dejamos así un rato, el justo para que se disuelva bien la levadura, no esperamos a que haga espuma.
Vierta la grasa y mezcle. Según la receta es con aceite de oliva y yo la sigo, pero si te decides puedes sustituirlo por aceite de girasol.
Luego agrega la harina y la sal y mezcla con un procesador de alimentos durante unos 3-4 minutos. Como último recurso podemos añadir hasta una cucharada de harina adicional, pero no más.
La masa debe volverse elástica y suave. La dejamos reposar 1 hora en un lugar cálido, cubriendo el recipiente en el que está con film estirable.
Luego volvemos a mezclar con el robot durante 1 minuto. La masa se pega muy ligeramente, lo cual no es problema, porque nos engrasamos bien las manos para darle forma.
Forma 6 mini panes redondos y colócalos en una bandeja cubierta con papel de horno. Espolvoree con un poco de harina y deje reposar los panecillos durante unos 40 minutos. Se debe cubrir la bandeja con un paño limpio sin tocar la masa.
Hornee en horno precalentado a 230 grados durante 25 minutos o hasta que estén dorados. La temperatura de horneado también es importante para obtener unos panecillos súper esponjosos y auténticos: es alta y esto permite que se horneen sin que se sequen. Quedan maravillosamente suaves por dentro.
¡Déjalos enfriar sobre una rejilla y estarán listos para servir!
Las instrucciones de mezclado son para un procesador de alimentos o una batidora planetaria con accesorios para masa. Esto se debe a que la masa es blanda y tiene mayor contenido de agua (en la receta original son incluso 300 ml, pero yo lo he reducido un poco, lo que no afecta a la textura de los panecillos).
En definitiva, a mano sería bastante más difícil amasar la masa, pero no es imposible, sólo hará falta un poco más de tiempo y engrasarnos las manos seguido hasta que deje de pegarse.
De todos modos, ¡estos panecillos de cristal valen la pena!