Modo de preparación
Les presento el guiso rústico más delicioso que recuerdo de mi infancia. Admito que cuando era pequeña a veces no quería comer de eso, pero ahora es uno de mis platos favoritos. Lo comparto contigo.
En una cacerola grande, calienta la mitad del aceite con la mantequilla a fuego medio-alto. Poner los muslos de pollo a sellar por ambos lados hasta que se doren, luego sacarlos y reservarlos, los pondremos a cocinar más tarde.
En la misma grasa poner el aceite restante (quizás un poco más) y añadir las cinco cebollas grandes cortadas en tiras finas. La cantidad es mucha, pero una vez que se ablande irá bajando. Sazone ligeramente con sal y revuelva de vez en cuando hasta que la cebolla comience a ablandarse.
Reduzca el fuego y cocine lentamente durante aproximadamente una hora. El objetivo es que la cebolla adquiera un color ligeramente caramelo y esté muy blanda. También debe estar sin ningún líquido proveniente de los jugos liberados de la verdura, solo tiene que quedar la glasa. Si es necesario, aumenta un poco el fuego para evaporar el líquido.
Hacer un agujero en el medio, empujando la cebolla hacia los bordes del recipiente y poner el pimentón a sofreír unos segundos, revolviendo constantemente.
Vierta inmediatamente los tomates previamente rallados. También puedes utilizar salsa de tomate frito ya preparada.
Remueve y al cabo de unos minutos añade los muslos, un poco más de sal, pimienta y vierte agua hasta cubrir los productos.
Cocine hasta que la carne esté completamente cocida (pruebe con un tenedor o observe cuando comienza a desprenderse del hueso). Agregue un poco de agua cuando sea necesario.
Para espesar el guiso de pollo, bate la harina con un poco de agua y viértela en la olla. Remueve y deja hervir unos minutos más al fuego. Este paso es opcional. A veces pongo harina, a veces no.
Apaga el fuego y deja la olla de guiso rústico de pollo con cebolla al fuego durante unos 30 minutos.
Sirva el guiso rústico de pollo y cebolla con perejil fresco y chiles (es opcional).
* Yo agrego dos cayenas secas mientras se cocina el guiso.
¡Buen provecho!
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