Modo de preparación
Lava y pela las patatas. Ponga en una olla con agua y sal las patatas peladas y cocine hasta que estén completamente tiernas.
Escurre, añada la mantequilla y aplasta con un tenedor hasta obtener un puré de patata.
Ralla por separado los quesos, los huevos, los pepinillos y el fiambre (si es blando, picar con el cuchillo bien afilado)
En otro cuenco aparte, mezcla la mayonesa y el yogur para la salsa.
Cuando las patatas estén frías, empieza a montar la tarta en un molde redondo para tarta, con la base extraible.
En el fondo del molde distribuye la mitad del puré de patata y alísalo con el dorso de una cuchara. Ponga el queso tipo feta y el fiambre, y unta con unas cucharadas de la salsa.
Ponga otra capa de puré de patata y distribuye los pepinillos y huevos rallados. Vierta el resto de la salsa y termina con el queso rallado.
Cubre la tarta con papel de aluminio y aplasta con los dedos sin utilizar mucha fuerza.
Guarda en la nevera durante toda la noche.
En el día siguiente, saca la tarta salada de la nevera y desmolda con cuidado.
Las paredes de la tarta unta con un poco de mayonesa y espolvoree con perejil y cebollino picados.
¡El resto de la decoración es a tu gusto!