Modo de preparación
Calentamos los 150 ml de leche a una temperatura de 37 grados, no más. Disolvemos la levadura fresca en la leche, esperamos unos minutos para que se active y la vertemos en un bol con la harina tamizada. Agregamos la levadura química y el resto de los productos, excepto una clara de huevo. Amasamos una masa suave.
Formamos una bola y dejamos reposar en el bol ligeramente engrasado hasta que duplique su volumen.
Una vez que la masa haya fermentado, la estiramos sobre la superficie de trabajo enharinada hasta que obtenga un grosor de 6-7 mm. Si disponemos de un cortapastas, cortamos los bollos con él, ya que es más fácil. Y si no, cortamos unos discos redondos con la ayuda de un vaso.
En el medio de cada disco ponemos un poco del relleno - queso feta desmenuzado y queso amarillo rallado.
El diámetro de los círculos debe ser de unos 6-7 cm.
Untamos los bordes con clara de huevo batida y doblamos formando una media luna -empanadilla. Apretamos la masa para sellar la unión.
Una vez listos los panecillos árabes, los disponemos en una bandeja engrasada con mantequilla a distancia unos de otros porque al hornear van a aumentar su volumen.
Pincelamos con un poco de leche y horneamos a 200 grados hasta que estén dorados.
Podemos poner rellenos al nuestro gusto, por ejemplo un relleno de carne picada sazonada con especias. En mi casa las más preferidas son estas de queso.
Servimos con yogur para beber o zumo de frutas.
Las empanadillas árabes con quesos están listas.