Modo de preparación
Cortar la calabaza en trozos, envolver cada uno en papel aluminio y disponer en una bandeja.
Hornear a 200 grados en horno precalentado durante unos 25 minutos o hasta que la calabaza esté tierna (compruebe con un tenedor).
Deje que la calabaza se enfríe y tritúrela hasta obtener un puré muy fino. Añadir 200 ml de leche, azúcar, azúcar de vainilla y una pizca de sal y calentar la mezcla a fuego lento.
Batir el huevo y la yema con el resto de la leche y la maicena. Verter en la cacerola con la calabaza en un chorro fino, batiendo con un batidor de alambre.
Cocinar la crema durante 6-7 minutos a fuego lento o hasta que espese lo suficiente. Tenga en cuenta que cuando se enfríe espesará aún más.
Verter la crema de vainilla en copas o cuencos adecuados y, una vez frío, rallar el chocolate blanco encima.
Adornar el postre con grosellas para un contraste agridulce.