Modo de preparación
Esta es una propuesta de galletas saladas sin gluten fáciles y muy sabrosas. Son crujientes y de textura arenosa, muy agradables para picar en cualquier momento y ocasión.
Para hacerlas, triturar los copos de avena hasta convertirlos en harina junto con la quinoa, pero también puedes usar harina de avena preparada y harina de quinua.
Mezclar con la harina de maíz, la sal y el polvo de hornear.
Aparte, batir ligeramente las claras de huevo y machacar la margarina con el requesón. Utilizo requesón casero, que agrega un sabor magnífico a las galletas saladas caseras.
Combinar todos los ingredientes preparados y amasar la masa. Debido a la falta de gluten, es bastante desmenuzable, pero con las manos engrasadas es fácil de moldear.
Cortar bolitas, rodar y aplanar entre las palmas de las manos, luego darles forma de rectángulos y colocarlos en una bandeja forrada con papel de hornear.
Pintar con un poco de clara de huevo batida y espolvorear la mitad de las galletas saladas con orégano y la otra mitad con granos de comino. Estas especias agregan un sabor increíble, pero si no te gusta una de ellas, sustitúyela por otra a tu gusto.
Las galletas saladas con requesón (sin gluten) se hornean a 180 grados en un horno precalentado hasta que se pongan rojas (aproximadamente 18-20 minutos).
Cuando se enfrían, están listas para comer.
¡Buen provecho!