Modo de preparación
Lavamos las cerezas y les quitamos el tallo. Retiramos los huesos sobre un plato para conservar el jugo que han soltado.
Colocamos las frutas en un recipiente de esmalte o vidrio, espolvoreando azúcar entre cada capa y terminando con azúcar.
Cubrimos el plato con film transparente y lo dejamos en la nevera durante 24 horas.
Al día siguiente las dejamos alrededor de 1-2 horas para que atemperen y liberen su jugo.
Separamos con cuidado las frutas y las colocamos en una bandeja esmaltada. Ponemos el azúcar y el jugo separado en una olla con un vaso de agua.
Hervimos el almíbar a fuego lento durante unos 20 minutos, hasta que el azúcar se derrita y el líquido se reduzca un poco. Lo aromatizamos con vainilla.
Vertemos el almíbar preparado sobre las cerezas y colocamos el recipiente en el horno precalentado.
Horneamos a 180°C durante los primeros 20 minutos, luego bajamos la temperatura a 150°C hasta que la mermelada casera esté lista.
Durante el tratamiento térmico, removemos con una espátula de madera, tratando de preservar la integridad de las frutas.
Probamos el espesor en un plato sacado del congelador. Tan pronto como la gota no corre o el jarabe forma un camino, la mermelada está lista.
10 minutos antes de sacarla del horno, añadimos el ácido cítrico disuelto en una cucharada de agua caliente.
Vertimos la mermelada caliente en frascos secos. En dos o tres de ellos agrego 1 cucharada de ron oscuro, con la cantidad de mermelada un dedo por debajo del borde.
Etiqueto tarros cuya fruta con sabor utilizo en tartas u otros postres.
Después de cerrarlos, les damos la vuelta con el tapón hacia abajo. Los tapamos con una toalla para que se enfríen más lentamente.
¡Guardamos en un lugar oscuro y fresco!
Consejo: Los aromas en el dulce son a elección y gusto de la anfitriona. La vainilla da un aroma delicado y sutil. Si lo desea, puede reemplazarlo con hojas de aromáticas de indrishe o dejamos la mermelada de cereza con un sabor natural.
El dulce de cerezas al horno está listo.