Modo de preparación
Hidratar la gelatina en agua fría.
Verter la leche y la nata en una cacerola. Endulzar con dos cucharadas de azúcar. Si te gusta más dulce, puedes agregar tres, pero creo que los caquis bien maduros son lo suficientemente dulces y no necesitan más azúcar.
Calentar el líquido, teniendo cuidado de que no hierva. Tan pronto como la superficie comience a humear, retirar el recipiente del fuego.
Agregar la gelatina hidratada y revolver enérgicamente hasta que se disuelva.
Incorporar el puré de caqui y colar por un colador fino.
Vierta el líquido en moldes o copas de postre adecuadas. Cuando la panna cotta se haya enfriado, transfiera las tazas al refrigerador para que cuaje la gelatina.
Antes de servir la panna cotta de caqui, sumerja las copas brevemente en agua tibia e inviértalas en un plato.
¡Rocíe con puré de caqui y sirva de inmediato!
¡Buen provecho con este muy delicioso postre de las frutas otoñales más soleadas!