Modo de preparación
Preparamos la salsa friendo la cebolla en aceite de oliva caliente y mantequilla hasta que esté suave. Añadimos la pera y el membrillo pelados y troceados, junto con el vino y un poco de sal. Esperamos a que se evapore y añadimos el azúcar y la miel.
Cuando comience a caramelizarse, vertemos el jugo de limón y el vinagre balsámico. Revolvemos a fuego lento hasta que la fruta se ablande.
Probamos y ajustamos al gusto - si nos gusta predominantemente agridulce, agregamos más miel o más jugo de limón y sal hasta que la salsa esté a nuestro gusto. Terminamos de sazonar con romero, fresco o seco.
Limpiamos las pechugas de pato del exceso de grasa y venas y hacemos cortes romboidales en diagonal sobre la piel, sin cortar la carne, para conservar los jugos y su fragilidad durante la cocción. Frotamos la carne con romero y pimienta negra, y salpimentamos solo el lado de la piel.
Calentamos una sartén con un fondo grueso y antiadherente a fuego medio y colocamos los filetes con la piel hacia abajo.
Cocinamos durante 10-12 minutos y damos la vuelta al otro lado durante otros 5-6 minutos. Si sale demasiada grasa del pato, recomiendo sacarla con una cuchara y tirarla o guardarla para hacer patatas, por ejemplo, ya que les da un sabor increíble.
¡Envolvemos los filetes terminados con una costra dorada en papel de aluminio y los dejamos reposar durante 5 minutos! Esto es muy importante y sin este paso la carne no quedaría tierna y tan sabrosa.
Ponemos unas cucharadas de la salsa en platos, y colocamos encima los magrets de pato. Espolvoreamos con sal gruesa en escamas y servimos inmediatamente.
¡Buen provecho!