Modo de preparación
Calentar ligeramentela leche en un bol. Agregar la levadura desmenuzada, una cucharadita de azúcar y una cucharada de harina. Deje en un lugar cálido hasta que salgan burbujas.
En otro bol, tamizar la harina. Añadir la levadura activada y dos cucharadas de aceite de oliva. Empezar a amasar y cuando se forme la masa, añadir la sal. ¡NUNCA por adelantado!
Continuar amasando hasta obtener una masa suave y elástica. Formar una bola, colocar en un bol y pincelar con aceite de oliva para evitar que se reseque.
Cubrir el recipiente con un trozo de film transparente y un paño de cocina. Dejar en un lugar cálido hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
Mientras tanto, preparar el relleno. Calentar en una sartén 3-4 cucharadas de aceite de oliva. Añadir un diente de ajo y sofreír hasta que esté dorado.
Sacar el ajo y poner en el aceite de oliva aromatizado el bacon cortado en tiras o cubitos. Si usas panceta fresca, freír hasta que esté dorada, si es bacon ahumado - solo durante 2-3 minutos.
Incorporar las espinacas crudas picadas y revolver. Tapar la sartén y cocinar a fuego lento hasta que las espinacas se ablanden, o unos 5-6 minutos.
Retirar la sartén del fuego y dejar enfriar el relleno.
Colocar la masa levantada sobre una superficie enharinada. Cortar unos 100 trozos, estirar cada uno en tiras de unos 25 cm de largo y unos 10 cm de ancho, en el centro, a lo largo, poner un poco del relleno.
Envolver la cinta en un rollo y luego en un caracol. Disponer los caracoles (dejando distancia entre ellos), en una bandeja forrada con papel de hornear. Cubrir con un paño de cocina y dejar leudar durante 30 minutos para que la masa se relaje.
Batir una yema de huevo con dos cucharadas de aceite de oliva y dos cucharadas de leche. Pintar los caracoles de espinaca y bacon. Si lo desea, puede espolvorearlos con una mezcla de semillas.
Hornear a 180°C en horno precalentado hasta que estén bien dorados. Retirar los bollos a una rejilla y dejarlos enfriar completamente.
Si quieres que se mantengan suaves, guárdalos bien tapados con un paño de algodón.
¡Buen provecho!