Modo de preparación
Calentar una taza de aceite de oliva en una sartén y agregar la cebolla picada y el diente de ajo.
Freír brevemente, luego agregar las salchichas desmenuzadas, los champiñones en rodajas, sazonar con una pizca de romero fresco y una pizca de pimienta negra y verter 3-4 cucharadas de vino blanco.
Tapar la fuente y cocinar por unos 10 minutos o hasta que el líquido se evapore y quede solo la grasa.
En una cacerola pequeña, derretir la mantequilla. Freír 1 cucharada colmada de harina y verter la leche fresca. Agregar sal al gusto y remover la bechamel hasta que espese. Incorporar el relleno frito y una pizca de nuez moscada rallada a la bechamel terminada de hacer.
Verter unos 800 ml de agua fría en una olla, agregar la sémola de maíz junto con una pizca de sal.
Poner la olla en el fuego y comenzar a revolver hasta que la polenta comience a separarse de los lados. Esto sucede después de unos 30 minutos.
Engrasar con aceite de oliva el fondo y los lados de una fuente para horno redonda de 22 cm y echar parte de la polenta.
Alinear. Transferir el resto a una manga pastelera. Úsela para formar un borde alto en los lados de la bandeja.
Verter el relleno y, con una jeringa, hacer una rejilla encima. Deje la polenta durante 1 hora en frío antes de cortarla y servirla. Es un maravilloso pastel salado.
¡Disfrutar! La crostata de polenta es muy impresionante.