Modo de preparación
Para el bizcocho base
Batir los huevos con una batidora hasta que se pongan blancos. Agregar azúcar, vainilla y sal. Continuar batiendo a máxima velocidad.
Tamizar la harina junto con el cacao y la levadura y añadirla a la mezcla de huevo en dos veces, batiendo con la batidora a velocidad baja durante un rato hasta obtener una mezcla homogénea. Deberías obtener una crema esponjosa.
Forrar un molde adecuado con papel de hornear, engrasarlo ligeramente y verter la masa de bizcocho. Precalentar el horno a 180 grados.
Meter el molde a hornear hasta que esté ligeramente dorado, luego desmoldar. También separar y retirar inmediatamente el papel. Dejar que el bizcocho se enfríe.
Para el almíbar:
En una cacerola adecuada, mezclar la leche, el azúcar y el cacao y, revolviendo constantemente, dejar cocinar durante unos minutos. Añadir el café y el licor Amaretto.
Para la crema de relleno:
Montar la nata brevemente a velocidad baja de la batidora, añadir el azúcar y el Amaretto y seguir batiendo hasta que quede esponjosa.
En otro recipiente poner el mascarpone y batir con batidora, luego añadir la leche condensada. La añadimos poco a poco, porque el mascarpone se licuará si nos pasamos. Incorporar la nata al mascarpone y remover solo con la espátula para que no se caiga la crema.
En molde de tarta con aro, poner el bizcocho base ya enfriado y mojar con la mitad del almíbar.
Untar con la mitad de la crema esponjosa y en el resto del almíbar mojamos brevemente los bizcochos de soletilla y los disponemos encima de la crema, luego terminamos de untar con la otra mitad de la crema.
Hay que dejar enfriar el tiramisú en la nevera un mínimo de 5 horas, luego levantar el aro y espolvorear con cacao y chocolate rallado. Para más frescura y sabor, podemos poner albaricoques frescos para la decoración.
El tiramisú con leche condensada está listo.