Modo de preparación
Este maravilloso pastel de calabaza y mascarpone es uno de esos dulces que se preparan lo más rápido posible y no requieren habilidades, técnicas y consistencia especiales.
Es muy sabroso y delicado, digno de cualquier mesa festiva, así como para ocasiones muy corrientes en las que no tenemos tiempo y queremos comer algo dulce.
Si tienes un robot de cocina, tu trabajo se limitaría aún más al punto de que solo tienes que poner todos los ingredientes en el aparato y triturar/mezclar a máxima velocidad. Entonces, no solo la calabaza se muele perfectamente, sino que todo se mezcla perfectamente.
Con una licuadora regular también es una opción: coloca todos los productos en un tazón (la calabaza cocida debe estar en pedazos) y licúa hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Pruébala y, si te gusta, agrega más azúcar.
Vierta en una fuente o molde - lo que tengas según la cantidad de mezcla. Yo utilizo un molde redondo normal con fondo desmontable y 22 cm de diámetro. Puede ser más grande, pero el pastel será más delgado. Cubro con papel de horno para que no haya riesgo de que se derrame la mezcla, ya que es más liquida.
Introduce la bandeja en el horno precalentado a 180 grados y hornea en la posición más baja de la rejilla para que no se oscurezca demasiado por encima. Si lo hace, ponle una capa de papel de aluminio para evitar que se queme.
El pastel de calabaza está listo cuando se pone en el horno, adquiere un bonito color dorado, y cuando lo pinchas con un palillo de madera, éste sale limpio. Puede levantar la rejilla hacia el final de la cocción.
Deje enfriar el pastel de calabaza y mascarpone, luego unta con la mermelada y corta en porciones.
¡Buen provecho!
