Modo de preparación
Par hacer el bizcocho: batir las claras de huevo con el azúcar hasta obtener una crema esponjosa. Sin dejar de batir, echar el aceite en un chorro fino, luego la leche.
Tamizar la harina con el polvo de hornear y la vainilla en partes a la mezcla y mezclar con movimientos suaves de la espátula hasta su total absorción.
Finalmente, agregar el jugo de limón y, si lo desea, un poco de piel de limón para darle sabor.
Verter en un molde engrasado y enharinado con un diámetro aproximado de 20-22 cm.
Hornear el pastel en el horno precalentado a 180 grados durante 18 minutos o hasta que al pínchalo con un palillo, éste salga seco. Cuando esté listo, déjelo enfriar sobre una rejilla, luego vuelva a ponerlo en la bandeja y perfore con un pincho de metal.
Poner la mantequilla, la leche, el chocolate y el ron en la estufa a fuego lento. Remover hasta que la mantequilla y el chocolate se derritan y luego echar esta mezcla sobre el pastel.
Esta cantidad es moderada, para una ligera jugosidad. Si quieres un bizcocho más húmedo, puedes añadir más leche.
Dejar reposar durante aproximadamente una hora o dos.
Empezar con la crema calentando la nata con el azúcar y un poco de leche. Verter la harina en el resto y batir con batidor de alambre para que no queden grumos.
Verter la leche con la harina en la nata cuando empiece a hervir y el azúcar ya se haya derretido.
El fuego debe ser moderado para no quemar el fondo.
Agregar la vainilla y mezclar durante unos 7 minutos hasta que espese.
Cubrir el bizcocho húmedo con la crema láctea y dejar reposar.
Ya tiene un postre increíblemente delicioso para servir en ocaciones especiales o momentos con la familia : pastel, bizcocho o tarta - puedes llamarlo como quieras. También puedes decorar a tu gusto con frutas, frutos secos o algún tipo de glaseado.
Una idea sencilla pero muy rica.
Disfrutar.