Modo de preparación
Primero haga puré de manzana pelando y limpiando las manzanas y el jengibre. Corta en trozos, espolvorea con azúcar, azúcar vainillado, jugo de limón. Echa el agua y deja hervir a fuego moderado hasta que las manzanas se ablanden y caramelicen. Si es necesario, durante este tiempo se puede añadir muy poca agua para que no se peguen a la sartén ni se quemen. Cuando estén listas, triture hasta obtener un puré suave.
Para la masa de bizcocho, bate los huevos con el azúcar y una pizca de sal hasta que queden esponjosos. Vierta el aceite y la leche en un hilo fino, batiendo constantemente. A la mezcla resultante, tamizar la harina con el polvo de hornear por partes y mezclar con una cuchara de madera o una espátula adecuada.
Vierta la masa de bizcocho en un molde redondo de 28 cm, previamente engrasado y enharinado o forrado con papel de horno. Lleve al horno precalentado a 180 grados por unos 30 minutos o hasta que al pinchar la masa con un palillo, éste salga seco y limpio. Después de parar el horno, deje el pastel dentro con la puerta abierta durante 5 minutos, luego deje enfriar sobre una rejilla.
Corta el bizcocho en por la mitad obteniendo dos planchas. Unta una parte con el puré de manzana y cubre con la otra.
Vuelva a encender el horno para calentar hasta 200 grados. Batir el huevo con azúcar en polvo y agregar la mantequilla blanda poco a poco sin dejar de batir.
Trocea las nueces y añadir a la crema junto con el azúcar de vainilla. Mezcle y cubre la superficie del pastel.
Mete al horno para hornear la corteza durante unos 8-10 minutos, luego deje que el pastel preparado se enfríe nuevamente antes de cortarlo. ¡Simplemente hermoso!
¡Buen provecho!