Modo de preparación
Coloca una olla grande con agua en la estufa a fuego lento, y en otro recipiente más pequeño, casca los huevos y agregue el azúcar. La temperatura no debe exceder los 37-40 grados.
Comience a batir con una batidora hasta obtener una crema espesa y esponjosa. Esto requiere paciencia y al menos 5 minutos de batido. Después de eso, retire el recipiente con los huevos del baño de agua y vuelva a batir a temperatura ambiente. La crema se volverá aún más espesa y blanca.
Añada la harina, tamizándola, y vuelva a mezclar brevemente hasta que se incorpore.
Vierta la mezcla esponjosa en un molde cuadrado de 22/22 cm o rectangular de medidas aproximadas, forrado con papel de horno. Poner en el horno precalentado a 180 grados durante 15-16 minutos.
Mientras se hornea el bizcocho, prepare el almíbar calentando a fuego moderado el agua con el azúcar. Cocine hasta que espese un poco, unos 6-7 minutos, sin tapar la olla. Retire del fuego y vierta el vino dulce y el ron. El vino debe estar frío para ayudar a que el almíbar se enfríe rápidamente. Deje enfriar.
Una vez horneado el bizcocho, córtalo en 12 cuadrados y separa con cuidado cada uno del papel. Vuelva a colocarlos en la fuente en la que fueron horneadas y, mientras aún están calientes, vierta el almíbar por encima.
Para estar más seguro de que el almíbar estará frío, puedes prepararlo antes.
Deje que los pasteles en almíbar absorban el líquido durante 15-20 minutos, no necesitan reposar más.
Si lo desea, espolvoree con canela, y antes de servir, riegue con sirope de caramelo (también puede hacer caramelo casero o crema de toffee)
¡Buen provecho!